El azúcar refinado es considerado un hidrato de carbono simple, con poder de dulzor importante, pero sin propiedades nutricionales para nuestro cuerpo. El azúcar aporta calorías vacías, nos brinda energía para utilizar en un período corto de actividad. El riesgo para nuestra salud resulta en que estas calorías no siempre se gastan y colaboran en acrecentar nuestro peso, con el consiguiente riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Los edulcorantes químicos disponibles en el mercado, al igual que el azúcar, también aportan sustancias dañinas, principalmente sacarina y ciclamato. Las opciones que resultan saludables y puedes probar para adelgazar rápido, son la stevia, el sirope de agave, el azúcar de coco, la miel, el azúcar moreno, la panela. Asegúrate de que la pureza de estos productos esté garantizada y recuerda que solo los dos primeros son aptos para personas diabéticas.
El azúcar se esconde en múltiples alimentos, desde aderezos, bebidas, sopas, enlatados, galletitas dulces y saladas. Te sorprenderá la variedad de alimentos que la contienen. Observa los rótulos, puedes encontrarla escondida en los siguientes nombres: sacarosa, jarabe de maíz, dextrina, dextrosa, jarabe refinado, jarabe de malta, maltodextrina.
Reducirás considerablemente no solo el azúcar, sino también el contenido de sodio y grasa de tus preparaciones, lo que te permitirá adelgazar rápido. Puedes utilizar los endulzantes que te nombramos para realizar tus preparaciones favoritas, pero ten en cuenta de que el poder endulzante de estos es importante, por lo tanto, solo agrega la mitad de lo que agregarías de azúcar.
Al mismo tiempo que eliminas el azúcar, aumenta tu consumo de alimentos ricos en fibra como cereales integrales, legumbres, verduras y frutas, frutos secos y semillas. Estos te brindarán saciedad, energía, vitaminas y minerales, permitiéndote adelgazar rápido y no tener la necesidad de recurrir nuevamente al azúcar.
Al igual que la fibra, las grasas saludables, te brindan saciedad por más tiempo, y te permiten obtener grasas esenciales que el cuerpo no puede producir por sí mismo. Incluye aceites vegetales como el de oliva, girasol alto oleico, canola, uva, y productos que los contengan. En tus colaciones aprovecha a consumir frutos secos como nueces, almendras, castañas y pistachos.